La primera encuesta de opinión realizada en Egipto tras los sucesos de enero de 2011 por TNS, revela un cierto positivismo acerca del futuro del país, con un 76% de la gente declarándose optimista al respecto, a pesar de que casi la mitad (41%) está todavía descontenta con la situación actual de Egipto.
A pesar de que el 90% de los encuestados ve la revolución como un desarrollo positivo para Egipto, este optimismo se ve atenuado por la preocupación creciente por la inestabilidad tanto política como social, siendo la máxima causa de preocupación la falta de confianza en las instituciones de gobierno egipcias. Así mismo, el 68% de la gente está insatisfecha con el desempeño de la policía (un 23% cree que la policía no es eficaz) y el 42% no confía en los medios.
Más de dos tercios (43%) de la población declara que está contenta con la sociedad egipcia “post-revolución”, pero sin embargo, sólo un 11% cree que esta sociedad es una verdadera democracia. Del 28% de los encuestados egipcios que declara que no votará en las elecciones parlamentarias de Septiembre, el 34% dice que es porque no puede confiar en los resultados.
Lluís Fatjó-Vilas, CEO de TNS en España, explica: “Resulta muy positivo observar cómo la gente está en general satisfecha con el primer ministro Essam Sharaf y con la Junta Militar. Pero para que el país se convierta en una verdadera democracia, la gente necesita sentirse motivada a votar en las elecciones y formar parte del futuro de Egipto. El estudio realizado por TNS sugiere que todavía nos encontramos bastante lejos de este punto.”
El estudio también revela preocupaciones comunes que el nuevo Egipto comparte con Europa y EEUU. Mientras que el mundo se ha centrado en la situación de la seguridad en Egipto, la economía es la máxima preocupación para los egipcios, con el paro y la inflación como máximas preocupaciones (43% y 48% respectivamente).
Los egipcios además consideran que el futuro de su país pasa por mejorar las relaciones entre los diferentes grupos religiosos de Egipto, además de con EEUU, África y Oriente Medio. El 85% nombró a Oriente Medio como una región crítica con la que es preciso tener buena relación, un 85% a otros países Africanos y el 73% a Estados Unidos.
Fatjó-Vilas explica: “El Egipto postrevolucionario quiere abrir sus puertas a nuevos mercados y construirse una buena reputación mundial. Los egipcios saben que la clave para esto se encuentra en una estabilidad política sostenida y una economía atractiva para inversores externos. La cuestión ahora es la rapidez con la que los que tienen el poder podrán convertir esto en realidad.”
Y a esto añade, “el simple hecho de que los ciudadanos se muestren más dispuestos a hablar sobre política que antes de la revolución muestra lo lejos que ha llegado el país. Ahora están más comprometidos con los políticos que gobiernan su país y el lugar que ocupa Egipto en el escenario mundial, y esperamos que esta tendencia continúe.”
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